miércoles, 17 de marzo de 2010

Primera parte...

Vacío...eso es exactamente lo que siento cada vez que te veo...como cuando estás durmiendo y de repente sientes que te caes desde un precipicio y te despiertas de un sobresalto asustada...sí, eso exactamente...

O como cada vez que me quedo sola, sin nadie a mi alrededor...sin poder recordar la última vez que te habías paseado por mi mente(seguramente hacía 5 minutos que te habías decidido a abandonar ese paseo rutinario...)te haces un hueco de nuevo entre mis papeles desordenados, cajones llenos de polvo,entre mis nubes de algodón (las que hacen de colchoneta cuando siento cerca el precipicio)o como aquellas cartas que han pasado al olvido, porque ya no son mi presente.
Y sí, sigo hablando de mi cabeza, de todos los muebles que me faltan por comprar, y los que me quedan por vender...
..
O como la sensación que tienes cuando estás subiendo en una montaña rusa...sabes que conforme miras a tu alrededor y te agarras al asiento, estás a punto de caer hacia el lugar que tanto esperabas desde la parte subterránea...y ahora, arriba, dejas levantar tus brazos para dejarte llevar, para sentir ese vuelco en la tripa, que te deja sin respiración por unos momentos. De repente, se dispara toda la adrenalina, recorriendo tus venas hasta el último recoveco de tu piel...y en ese preciso momento te sientes eufórico, sabes que ha valido la pena...
Pero esta vez...caigo al precipicio, y mis nubes de algodón no están...
¿Sigo...o me escondo?